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Los aceites esenciales en fitoterapia

Los aceites esenciales en fitoterapia

Los aceites esenciales son productos apreciados ya desde la antigüedad por sus propiedades medicinales. No obstante, el interés por sus aplicaciones terapéuticas ha experimentado un notable incremento en las últimas décadas. Se trata de mezclas complejas de sustancias orgánicas volátiles, de origen vegetal, que en su mayoría se obtienen por destilación. Como con los demás productos empleados en terapéutica, la calidad de los aceites esenciales es un requisito ineludible. Entre los posibles componentes de los aceites esenciales destacan los terpenos, principalmente monoterpenos y sesquiterpenos, los fenilpropanoides, y los compuestos alifáticos de cadena corta. Todos estos componentes pueden presentar distintas funciones. Esta variedad estructural determina que los aceites esenciales puedan tener distintas actividades farmacológicas: antimicrobianas, expectorantes, espasmolíticas, carminativas, antiinflamatorias, analgésicas, sedantes, estimulantes del sistema nervioso central, entre otras.

Los aceites esenciales se administran principalmente por vía tópica, inhalatoria u oral, según los casos. Las aplicaciones terapéuticas de los aceites esenciales son muy diversas, a continuación, enlistamos algunas:

1. Trastornos del sueño, nerviosismo: aceite esencial de lavanda (Lavandula angustifolia.).

2. Trastornos respiratorios, como catarros de vías respiratorias altas, rinitis, sinusitis, faringitis, bronquitis: aceite esencial de anís verde (Pimpinella anisum L.), aceite esencial de menta (Mentha x piperita L.), aceite esencial de tomillo (Thymus vulgaris L.), aceite esencial de pino (Pinus sp.), aceite esencial de abeto (Abies sp.), aceite esencial de manzanilla (Chamomilla recutita), aceite esencial de eucalipto (Eucalyptus globulus Labill.), entre otros.

3. Afecciones digestivas, como dispepsia, flatulencia, meteorismo y espasmos intestinales: aceite esencial de anís verde (Pimpinella anisum), aceite esencial de coriandro (Coriandrum sativum L.), aceite esencial de menta (Mentha x piperita L.).

4. Cefalea: aplicación tópica del aceite esencial de menta (Mentha x piperita L.).

5. Dolor reumático y muscular: se utilizan aceites esenciales aplicados tópicamente, como el aceite esencial de romero (Rosmarinus officinalis L.), o el aceite esencial de clavo (Syzygium aromaticum),

6. Inflamaciones e infecciones de piel y mucosas: aceite esencial de árbol del té australiano (Melaleuca alternifolia), aceite esencial de tomillo (Thymus vulgaris) o aceite esencial de manzanilla (Chamomilla recutita).

Es importante mencionar que los aceites esenciales se deben utilizar con precaución, pues a pesar de su amplia aplicación en fitoterapia, el mecanismo de acción de sus constituyentes no siempre es bien conocido y puede ocasionar efectos adversos en dosis elevadas. El consumo oral debe ser siempre supervisado por un médico y usted como consumidor se debe asegurar que la marca del aceite esencial sea apta para ingerirse. También en la aplicación tópica se debe tener cuidado, ya que determinados componentes pueden desencadenar reacciones alérgicas y dermatitis tras aplicación tópica.

Recuerde que los aceites esenciales se deben usar con responsabilidad.

Puede consultar el artículo original aquí.

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